domingo, 25 de octubre de 2009

SEGUNDA LIBRETA (18)Mi perrita.Fracaso del carpintero.

(Fotog. familiar). Mi amiga Dina, tumbada y confiada a mis piés esperando mis caricias.Tomada en Marzo de 1990. Dos años antes de su muerte.
Mendigo.-En tiempos de Franco, la mendicidad estaba prohibida. Les aplicaban la espantosa Ley de "Vagos y Maleantes". Nadie se para a pensar que el mundo, la tierra, produce suficiente para todos y que si hay excluídos de esta generosidad, es porque estos bienes no se distribuyen justamente: pocos acaparan mucho y, por ello, existen muchos que se tienen que conformar con poco. Una situación injusta que es necesario corregir con urgencia.
Mi perrita



Fracaso del Carpintero
Mi perrita.-Vivió la mitad de lo que suelen vivir los perros. Siempre me acompañaba. En la huerta, en el jardín, bajo la chaparra en mis siestas o bajo la verde sombra de la parra. Cual centinela, alerta, guardaba la casa y su misteriosa expectante mirada parecía no sólo entenderme, sino adivinar mis mas íntimos pensamientos. Su muerte fue sencilla y hasta se esforzaba por abrir sus ojos y mover su rabo ante mis caricias. Bajo el olivo de la puerta de entrada de la cabaña donde tenía mis libros que llamé "El Pensadero", mi corazón la enterró y allí, anónima, sin lápida ni señal alguna, sigue durmiendo su dulce sueño, en espera de su resurrección, si es que los perros resucitan, que a mí, nadie me ha dicho que no. Una cosa sé: en ese nuevo mundo que dijo Jesús que a todos nos aguarda, me sentiría mas feliz, si ella también estuviera. ¿Sueño de poeta?...¿quién lo sabe?.



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